La alegría de España

Andrés Iniesta y David Silva brillaron con luz propia en el último amistoso antes de afrontar la Eurocopa. El manchego y el canario fueron los dos mejores jugadores sobre el césped de La Cartuja. De sus botas nacieron casi todas las ocasiones de peligro de la Roja y entre ambos fabricaron el tanto del triunfo en el minuto 84. Iniesta se fue por la izquierda como quiso y se la puso en bandeja a Silva, que culminó la jugada en el área pequeña.Antes del gol, ambos ya habían mezclado a la perfección en varias ocasiones.


En el 53' se encontraron por primera vez en una jugada que terminó con un disparo de Iniesta que despejó el meta Zeng Cheng. Un minuto después, fue Silva quien puso a prueba al portero chino con otro disparo envenenado. En el 63', Iniesta actuó solo dentro del área y tras un amago de libro la mandó con el interior al larguero.

Cada vez que Iniesta o Silva entraban en juego se percibía que algo peligroso estaba a punto de suceder. Todos les buscaron para asociarse con ellos porque eran quienes lo tenían más claro. En el 70', un pase en parábola de Iniesta por encima de la defensa lo recogió Torres, que no pudo marcar en ninguno de sus dos intentos. Y en el 76, combinación de Jordi Alba con Silva, que volvió a toparse con Zeng Cheng tras un control orientado magnífico. El canario aparecía por todas partes, incluso para rematar desviado un centro de Navas desde la derecha.

España siguió erosionando la muralla china con Iniesta, que se volvió a fabricar una ocasión en el área con dos amagos y un disparo de puntera por el único hueco que tenía para disparar. Todo el caudal ofensivo de España ante China pasó por Iniesta y Silva, que en la primera parte ya había asistido en solitario a Negredo en las dos únicas ocasiones de peligro. Con la entrada de Iniesta, el jugador del Manchester City encontró al socio perfecto que necesitaba España para despegar. Por separado son muy buenos, pero juntos fueron imparables.