Ha acabado la temporada tremendamente enfadado. El trato del entrenador y por extensión del club le ha sentado fatal. Pablo Hernández, uno de los llamados a ser pieza fundamental en el equipo, se ha ido diluyendo durante la campaña hasta convertirse en un actor secundario. A la sombra de Feghouli ha perdido el caché alcanzado durante campañas anteriores y por vez primera desde que llegó, procedente del Getafe, se plantea seriamente abandonar la entidad.
El castellonense tiene dos años de contrato y ahora mismo está en el mercado. No va a forzar una salida, ni mucho menos, pero si llegan ofertas al club para hacerse con sus servicios quiere que, al menos, se estudien. Espera que desde la entidad se tenga tacto con las mismas y no se exija para su venta un desembolso desorbitado. Pablo ha perdido parte de su mercado en la Liga española, pero en el extranjero sigue teniendo posibilidades de equipos potentes en varias ligas.
En estos momentos Pablo Hernández no tiene agente oficial. Por tanto, él mismo será el que escuche las ofertas y decida si le convencen o no para dar el paso y salir del club. El objetivo del jugador no es marcharse, pero sabe que este verano puede ser definitivo si quiere dar un paso al frente. Pese a la llegada del nuevo entrenador, Pablo está abierto a ofertas.
Buen reportaje wiz
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